En Astrología, el Zodiaco está basado en la división en doce partes iguales de la banda Celeste sobre la cual trazan sus trayectorias el Sol, la Luna y los planetas, avanzando un sector por cada mes del año. Cada sector contiene la constelación tradicional a la que debe su nombre.
Los Babilonios y Griegos dividieron esta banda en doce partes iguales, siendo cada una de ellas un sector del Cielo de una extensión de treinta grados de arco, bautizadas con el nombre de las doce constelaciones más destacadas que veían en cada una de las subdivisiones.
El Zodiaco posee una importancia fundamental en la Astrología Occidental. Otras culturas con tradición astrológica como la China otorgan también una importancia especial a esta región del Cielo, aunque definen un Zodiaco diferente.
El nombre Zodiaco proviene del hecho de que la mayoría de estas constelaciones tienen nombres de animales, derivándose la palabra Zodiaco de la palabra griega zoon (‘animal’). Es una banda que circunda la Esfera Celeste comprendiendo a la Eclíptica y que es suficientemente ancha para contener al Sol. Comprende 13-14 constelaciones.
Isaac Newton propuso la teoría de que los doce nombres de las antiquísimas constelaciones zodiacales rendían homenaje al Mito de Jasón y los Argonautas y su viaje en pos del Vellocino de Oro. Así Aries hace referencia al propio vellocino, Leo al héroe Heracles (Hércules Romano), que vestía la piel del león de Cicerón, Géminis a los gemelos Cástor y Pólux, Virgo a la sacerdotisa del templo donde se custodiaba el vellocino.